Un fondo de inversión es un instrumento de ahorro que reúne a un gran número de personas que quieren invertir su dinero.
El fondo pone en común el dinero de este grupo de personas y una entidad gestora se ocupa de invertirlo (cobrando comisiones por ello) en una serie de activos como pueden ser acciones, títulos de renta fija, activos monetarios, derivados,… e incluso en otros fondos de inversión o una combinación de todos ellos.
Tipos de fondos
La nueva normativa sobre instituciones de inversión colectiva ha simplificado mucho la nomenclatura de los distintos fondos de inversión. Ya no existen las denominaciones FIM (Fondos de Inversión Mobiliaria) o FIAMM (Fondos de Inversión en Activos del Mercado Monetario). Todos los fondos reciben las siglas FI (Fondos de Inversión).
FIL y FFIL
Los Fondos de Inversión Libre y los Fondos de Fondos de Inversión Libre acaban de ser regulados por la ley de Instituciones de Inversión Colectiva. Es la versión española de los famosos hedge funds. Se distinguen de los fondos tradicionales por su mayor flexibilidad en cuanto a política de inversión, endeudamiento, apalancamiento, inversión mínima, periodicidad en el cálculo del valor liquidativo y comisiones. Los Fondos de Fondos de Inversión Libre, como su nombre indica, son fondos de inversión libre que invierten su patrimonio en otros fondos de inversión libre.
FII
Los Fondos de Inversión Inmobiliarios (FII) invierten su patrimonio en inmuebles ya sean viviendas, oficinas, garajes,… y obtienen su rentabilidad tanto de la reventa de esos inmuebles como del cobro de los alquileres.
¿Cómo funcionan?
Cuando usted compra un fondo de inversión está en realidad comprando una pequeña parte de su cartera. Cada parte del fondo recibe el nombre de participación. El precio de cada una de estas participaciones, a una determinada fechA , se conoce como valor liquidativo del fondo. En la práctica si usted invierte 1.000 EUR en un fondo que tiene un valor liquidativo de 118,74 EUR, recibirá 8,42 participaciones de este fondo. Como puede ver, contrariamente a las acciones que cotizan en bolsa, el número de participaciones que usted puede tener no tiene por qué ser necesariamente un número entero (en realidad raras veces lo es).
Al comprar participaciones de un fondo de inversión la entidad gestora coge su dinero, lo añade al “nuevo” dinero que entra en el fondo y lo invierte bien en acciones, en renta fija, activos monetarios, derivados,… o en una mezcla de todos ellos según la política de inversión que tenga establecida. El total del dinero que tiene el fondo (tanto el que está invertido como el que no) constituye el patrimonio del fondo. En cuanto a los títulos (acciones, obligaciones,…) que posee el fondo también se conocen como los activos del fondo y su conjunto constituye la cartera del fondo.
Al invertir en un fondo de inversión usted recibe en realidad una pequeña parte de esta cartera. En efecto cada participación del fondo constituye en sí una cartera en miniatura, idéntica a la del fondo en su totalidad.
Para entenderlo mejor veámoslo con un pequeño ejemplo. Supongamos que usted invierte 1.000 EUR en un fondo de acciones europeas cuyo patrimonio alcanza los 10.000.000 EUR y cuyos principales activos son acciones de Royal Dutch (10%), Société Générale (8%) y Telefónica (5%). Pues bien, los 1.000 EUR que usted tiene invertidos en participaciones de este fondo significan que usted posee 100 EUR en acciones de Royal Dutch, 80 EUR en acciones de Société Générale y 50 EUR en acciones de Telefónica. Por lo tanto indirectamente usted posee todos los títulos presentes en la cartera del fondo.
Ventajas
Los fondos de inversión ofrecen una serie de ventajas a los inversores
1.Generalmente no requieren grandes cantidades de dinero
Si usted posee sólo 1.000 EUR (unas 166.368 pesetas), le será por ejemplo muy difícil invertir en un conjunto variado (diversificado) de acciones. Por el contrario, si invierte en un fondo de inversión no tendrá este problema y, además, los costes se repartirán entre todos los partícipes. Por otra parte, una vez realizada la inversión mínima inicial (que varía de un fondo a otro pero que generalmente es bastante asequible) usted puede seguir haciendo aportaciones por cantidades pequeñas a través por ejemplo de un plan sistemático de ahorro (vea el capítulo 5 para más detalles sobre métodos de inversión).
2. Son instrumentos perfectamente regulados
El fondo de inversión no puede hacer lo que quiera con su dinero. Tiene que respetar unas reglas marcadas por su propio reglamento de gestión y siempre dentro del marco de la Ley y Reglamento de las Instituciones de Inversión Colectiva. Por otra parte, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tiene entre sus funciones las de controlar la actuación de los propios fondos de inversión y proteger a los partícipes de las malas actuaciones de los gestores.
Además, la propia entidad depositaria (la entidad donde están depositados los títulos que el fondo tiene en cartera y la encargada de tramitar las suscripciones y reembolsos de participaciones) tiene como obligación supervisar y vigilar la actuación de la entidad gestora. En particular deberá comprobar que la gestora ha respetado los coeficientes y criterios de inversión previstos en la ley así como controlar que el cálculo del valor liquidativo ha sido realizado correctamente. También debe contrastar la calidad y suficiencia de la información, documentación y publicidad remitida a la CNMV.
A excepción de algunos fondos garantizados, los fondos no garantizan ninguna rentabilidad. Por lo tanto puede darse el caso de que uno pierda dinero invirtiendo en un fondo. Conviene recordar que el valor del fondo no es otra cosa que el valor de todos sus activos. Si esos activos pierden valor, el fondo también perderá valor. No obstante la probabilidad de que usted pierda todo su dinero al invertir en un fondo de inversión es realmente ínfima. Todos los activos del fondo deberían valer cero, lo cual es casi imposible. En todo caso tenga en cuenta que puede perder dinero con un fondo de inversión.
4. Están gestionados de forma profesional
Si usted se plantea invertir directamente en acciones u en obligaciones, deberá saber interpretar un balance y una cuenta de resultados o calcular una duración, por lo menos si quiere que la elección no sea simplemente fruto del azar. Tales conocimientos no son necesarios, sin embargo, para invertir en un fondo de inversión. Aunque ciertamente conviene que el partícipe entienda cómo funcionan los mercados de acciones y de renta fija, éste en realidad deja que sea un equipo gestor profesional (mediante pago de una comisión) el que seleccione los valores para él.
Ahora bien, no todos los fondos son idénticos entre sí. Algunos cobran más comisiones que otros, algunos son más rentables que otros pero en todo caso los fondos constituyen sin lugar a dudas la mejor opción para invertir en determinados mercados de difícil acceso para el pequeño inversor así como para aquellos inversores que no dispongan del tiempo, de las ganas y del dinero necesarios para constituirse ellos mismos una cartera diversificada de títulos.
SICAV
En nuestro país también se comercializan fondos “extranjeros”, domiciliados fuera de nuestras fronteras (principalmente en Luxemburgo), conocidos como SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable). A diferencia de los fondos de inversión las SICAV no se subdividen en participaciones sino en acciones. No obstante su funcionamiento es muy similar al de los fondos de inversión y tienen la misma fiscalidad que los fondos nacionales, siempre y cuando estén registrados en la Comisión Nacional del Mercado (CNMV), el órgano que regula y controla los fondos de inversión en nuestro país.
FISCALIDAD
Los recientes cambios en materia tributaria realizados a fines de 2011, con efectos inmediatos a partir del 1º de enero de 2012, dan cuenta, entre otras medidas, de una subida de los tramos del IRPF 2012 y en la tributación de las rentas del ahorro, entre las que encontramos la fiscalidad de los fondos de inversion.
Los fondos de inversión no están sometidos a tributación en el IRPF hasta que se produce la transmisión o reembolso de participaciones. En ese momento se generará una variación patrimonial, ganancia o pérdida, por diferencia entre el valor de transmisión o reembolso y el valor de adquisición o suscripción de las participaciones, esto es:
Valor de Reembolso – Valor de Suscripción = Resultado Impositivo (Ganancia o Pérdida)
Cuando se produce el reembolso de participaciones del fondo de inversión se considera que se transmiten aquéllas que fueron adquiridas en primer lugar, es decir, se aplica el denominado sistema FIFO (first in – first out). En nuestro idioma: primera entrada-primera salida. Los gastos y tributos inherentes a la adquisición o la transmisión se suman y se restan, respectivamente, considerándose como un mayor valor de adquisición y como un menor valor de venta.
Antes de continuar, vale una aclaración: la fiscalidad de los fondos de inversión es diferente en el País Vasco, donde el precio de adquisición de las participaciones se multiplica por un coeficiente de actualización que varía en función del año de suscripción de la participación.
Las ganancias patrimoniales derivadas de transmisiones de participaciones de fondos de inversión están sometidas a los siguientes tipos:
- Las ganancias hasta 6.000 tributan al 21%
- A partir de 6.000 euros y hasta 24.000 habrá que pagar un 25%
- A partir de 24.000 euros se pagará una retención de 27%
A su vez, estas ganancias patrimoniales se podrán compensar con pérdidas patrimoniales (estas últimas ya sean por ventas de participaciones de otros fondos de inversión, de acciones y/o de inmuebles) y el resultado, si es positivo, se integrará en la base del ahorro tributando a los tipos antes mencionados.
Un aspecto importante a tener en cuenta, que no ha variado con la reforma del IRPF y que significa la gran ventajaque tienen los fondos de inversión por sobre los depósitos y otros productos financieros similares, es la posibilidad de realizar traspasos entre fondos de inversión sin necesidad de tributar. La tributación solo se produce cuando se hace efectivo el reembolso de las participaciones del fondo de inversión y de esta manera se desplaza la carga fiscal hasta el momento que se produzca la disposición definitiva de las cantidades invertidas, a diferencia de lo que ocurre con otros productos de ahorro e inversión.
CRITERIOS PARA LA ELECCION DE UN FONDO DE INVERSION
Partimos de la idea que cada fondo de inversión es distinto, tiene sus propias características e implican distintos niveles de riesgo.
Al escoger un fondo, cada inversor debe tener en cuenta esas características y hacer un correcto análisis de:
1. la situación y objetivos personales: aquí están incluidos el riesgo de las pérdidas que el inversor está dispuesto a asumir y el plazo durante el cual quiere mantener la inversión.
2. la selección del fondo: a través de los distintos folletos explicativos que obligatoriamente los fondos de inversión deben poner a disposición del público. La cantidad de fondos disponibles en España hacen que el primer punto resulte imprescindible para pasar a este segundo punto.
Para poder realizar la mejor elección del fondo de inversión, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
Perfil de Riesgo: indica la capacidad del inversor en asumir pérdidas. En general, existe una estrecha unión entre los conceptos de rentabilidad y riesgo. A mayor riesgo, mayores probabilidades de altas rentabilidades. También se puede perder mucho en estos casos. El inversor debe tener en cuenta cuanto riesgo desea asumir: bajo, medio o alto. En los folletos de los fondos está especificado el perfil de riesgo del mismo.
Política de inversión: estrechamente ligado al perfil de riesgo del fondo, la política del fondo estará orientada al riesgo de la inversión determinada.
Horizonte temporal recomendado: en cada folleto explicativo está determinado. Es el tiempo que la gestora aconseja mantener la inversión antes de su retiro para cumplir con los objetivos de rentabilidad determinados en función de sus características. Es probable que en caso de retiros anticipados la rentabilidad sea negativa por efecto de las inversiones en si o de comisiones de reembolso.
Comisiones a cobrar por la gestora: las comisiones cobradas por el fondo pueden tener incidencia significativa en la rentabilidad del mismo. Ver nuestro post acerca de las comisiones en los fondos. Cada fondo de inversión puede poner a la oferta distintas clases de participaciones, dependiendo del horizonte temporal. Debemos escoger la que mejor nos convenga.
Rentabilidades históricas: existe una muletilla que no por demasiada escuchada deja de tener actualidad: “rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras”. Pero a pesar de esto, pueden ayudar a nuestra elección, sabiendo siempre que algún cambio en el contexto económico mundial puede afectar, y mucho, la rentabilidad del fondo. El mejor en un periodo puede desplomarse en el siguiente (más ejemplos? Mire los periódicos…)
Publicidad: podría decir que no hay que tenerla en cuenta para nuestras decisiones. El único documento que hay que mirar es el folleto explicativo. las publicidades pueden (y de hecho, lo hacen) obviar cierta información indispensable para elegir bien.